Cuando se memoriza algo, tiende a olvidarse rápido, pues no interactuamos de manera profunda o reiteradamente con el contenido. El cerebro, en este caso, tiende a borrar información que no se vincula con alguna experiencia o que sólo fue visto de forma banal. Esto es conocido como la curva del olvido: proceso a través del cual el contenido aprendido se va olvidando de manera gradual.
Mientras más intenso sea un recuerdo para las personas, más tiempo se mantiene, pero de todas formas hay que reforzar y repasar el contenido para generar una mayor retención en el tiempo. Quien acuñó este término fue Hermann Ebbinghaus, psicólogo alemán que en su libro “Uber das Gediichtnis: Untersuchungen zur experimentellen Psychologie”.
Ebbinghaus determinó que, un día después de haber estudiado y no repasado el contenido se puede llegar a olvidar hasta el 50% de la materia leída; dos días después, lo máximo que se recuerda es el 30% y tras siete días sin haber repasado la información, se puede recordar solamente hasta un 3%. ¿Cuál fue su conclusión? A menudo hay que revisar y practicar lo aprendido para mantenerlo, o de lo contrario se termina desvaneciendo.
¿Por qué olvidamos lo que aprendemos?
El cerebro lo decide para no saturar a las personas de información. Selecciona temas de interés, lo que podemos relacionar con alguna experiencia pasada o lo que ha sido repasado de formas reiteradas. De esa forma, el cerebro entiende qué es de gran importancia y que no hay que borrar.
Para que la información sea retenida en un alto porcentaje se necesitan dos factores clave: aprendizaje de calidad y repetición.
Principio del sistema de la repetición por espacios
Bajo el mismo paradigma acuñado por Ebbinghaus, la mejor forma de repasar la información es bajo el principio del sistema de la repetición por espacios. Este método plantea que el mejor momento para volver a revisar la información es cuando se está a punto de olvidar, cada cierto tiempo.
Hoy en día, se hace una tarea muy fácil gracias a la presencia de dispositivos móviles. Basta un click para acceder a la información y repasarla cuantas veces queramos. En resumen, mientras más se repase una información, más se fijará en la memoria a largo plazo y la curva del olvido será cada vez menos acentuada.
Teoría del esquema
Pero esa información, que se repasa y se quiera memorizar debe tener cierto significado: estar vinculado a nuestros intereses o bien, experiencias pasadas. Esto según lo estudiado por Frederick Bartlett psicólogo británico precursor de la psicología cognitiva contemporánea.
Este proceso es conocido como Teoría del Esquema, el cual habla que los recuerdos y pensamientos son reconstrucciones mentales en base a factores como intereses sociales y emocionales. Sólo de esta forma, se logrará una conexión real con lo que se está experimentando, pues la información almacenada en el cerebro influye en el procesamiento del nuevo conocimiento que adquirimos.
Hoy, el Mobile Learning está preparado para abordar los desafíos propios del aprendizaje y convertirse en el futuro del aprendizaje en el lugar de trabajo. En Closelly usamos gamificación, microaprendizaje y otras metodologías para aplanar la curva del olvido.
