Aunque vivimos en un mundo hiperconectado gracias a internet, las redes sociales y los teléfonos inteligentes, nuestra capacidad de atención está francamente en crisis.
Tanta información nos impide poner foco en una sola cosa y los estudios ya nos advierten que nuestra capacidad de atención ¡no supera los 8 segundos! Si a esto añadimos teorías como la curva del olvido, que dice que el 80% de lo que aprendemos lo olvidaremos en 30 días, vemos por qué las organizaciones se están alejando gradualmente del aprendizaje tradicional para adoptar el microaprendizaje.
Lo que sucede es que el microlearning se basa en un marco cognitivo, que considera la capacidad natural de atención de los seres humanos. Por eso, contempla microcápsulas de contenido que un alumno puede completar en un periodo de 2 a 5 minutos, para lograr un objetivo de aprendizaje específico. Es decir, se basa en la creencia de que las personas adquieren nuevas habilidades en pequeños segmentos.
Este modo de aprendizaje se utiliza tanto para el aprendizaje formal como para el informal. Con un enfoque orientado a la acción ya que hace que los alumnos aprendan, actúen y practiquen. De esta forma, disminuir la posibilidad de que aumente la crisis de la atención.
El aprendizaje debe ser dinámico
El microlearning no es solo dividir un entrenamiento de 20 horas en partes pequeñas. Se debe tener en cuenta el objetivo de aprendizaje más grande y luego, la herramienta a utilizar: videos, aplicaciones móviles, infografías, juegos, pruebas o animaciones. Todas ellas, deben estar diseñados para cumplir con los mandatos de adquisición de conocimiento, aplicación y cambio de comportamiento.
Quizás la forma más fácil de comenzar es extraer puntos de aprendizaje críticos de su contenido ya existente y hacer que sean cursos pequeños independientes. Esto le proporcionará retroalimentación procesable sobre lo que es útil para el futuro. Ya sea que su objetivo sea volver a capacitar a las personas, optimizar el proceso de gestión o garantizar un nivel de capacitación superior, el microaprendizaje puede ayudar a hacer una diferencia.