El microaprendizaje es una excelente metodología que permite diseñar, desarrollar y ofrecer mejores experiencias de formación. Ya sea como parte del viaje del aprendizaje continuo, o como complemento del ciclo de aprendizaje de los empleados en una organización, permite crear eficiencias en todo el ciclo de vida de la formación y ofrecer experiencias de aprendizaje óptimas.
¿Cómo podemos mejorar los resultados de la formación mediante intervenciones de microaprendizaje?
La Curva del Olvido
Los períodos de atención y la “curva del olvido” contribuyen a la fatiga del aprendizaje y a un entrenamiento menos impactante.
Según la teoría que formuló Hermann Ebbinghaus, se ha establecido que las personas tienden a olvidar lo que aprendieron durante un período de tiempo. Por ejemplo, si hoy ocurre una sesión de entrenamiento, después de 7 días, los alumnos podrán retener alrededor del 10% de lo que aprendieron.
Esto es lo que se conoce como la «curva del olvido«. La curva muestra la rapidez con la que olvidamos la información durante un período de tiempo en el que no se intenta retenerla.
Gráfico de la curva del olvido de Hermann Ebbinghaus
El modelo 70:20:10
El modelo 70:20:10 también establece que el aprendizaje más efectivo, se produce cuando la persona dedica solo el 10% del aprendizaje a través de la capacitación formal, ya sea cursos de formación presencial u online. Un 20% proviene del aprendizaje informal, es decir, aprender de otras personas como compañeros, miembros de un equipo, mentores u otros profesionales. Y el 70%, se debe al tiempo trabajando y la experiencia.
Entonces, ¿por qué las organizaciones aún invierten mucho dinero y recursos en capacitación formal? Principalmente, porque las capacitaciones se han apegado a los modelos de formación probados y comprobados que se desprenden de modelos más académicos de enseñanza.
Sin embargo, un mayor uso del microaprendizaje puede ser una gran herramienta para permitir una mejor comprensión y retención de conceptos, y también para estimular el aprendizaje social y la puesta en práctica de lo que se está aprendiendo.
El poder del microaprendizaje
El microaprendizaje se centra principalmente en objetivos específicos, muy pequeños y apoya la formación principal de una organización, eliminando todo lo superfluo.
Es un enfoque orientado a la acción u orientado a la tarea, que ofrece un aprendizaje del tamaño de un bocado que hace que los alumnos aprendan y practiquen. Ayuda a comprender mejor y, por lo tanto, a una mejor retención de los conceptos aprendidos.
El microaprendizaje se puede administrar justo antes de una sesión presencial para ganar el interés de los alumnos, o unos días después de la capacitación formal como refuerzo de los aprendizajes clave. Sin duda, ayudará a los alumnos a recordar bien los conceptos.
También permite actualizar o refrescar conocimientos que han sido entregados con otras metodologías pero que han quedado obsoletos o han sido olvidados porque no se han vuelto a ver en mucho tiempo.
El fácil acceso y la especificidad de sus contenidos, complementados con plataformas proactivas y atractivas, permiten que el microaprendizaje se convierta en un complemento muy potente en el camino de aprendizaje continuo de los alumnos, mostrando resultados muy difíciles de encontrar con metodologías tradicionales: Tasas de término de cursos superiores al 90%, 85% de los estudiantes terminan los cursos el menos de 1 semana con muy poco esfuerzo de la organización y tiempos de despliegue cuatro veces más rápido que los cursos tradicionales de eLearning, sin olvidar la capacidad de entregar experiencias de aprendizaje mucho más adaptadas a la ocupada vida de cada persona.
